miércoles, 21 de diciembre de 2011

forbidden love

Y una mañana, al despertar después de soñar con aquello en lo que pensabas al quitar el edredón y ahuecar la almohada para dar fin al día anterior, te das cuenta ,de una vez por todas, de que no todos se hacen realidad, ni jugando a la lotería, ni frotando tu boleto perdedor con la cabeza del calvo más sortudo del mundo.

A veces el destino nos reserva deseos que no están diseñados para ser cumplidos.

Ya nos lo intentaba explicar Platón en "El banquete", y es que a los idealistas suele pasarnos; pensar y creer que todo es posible con esfuerzo, pero hay mil factores influyentes además de éste y uno mismo, así que, por idiotas e insistentes, decidimos seguir creyendo en nuestras ideas, decidimos perseverar para darle alcance, y ese anhelo, esa lucha constante, es lo que nos hace caer rendidos, enamorados de ellas, de nuestros retos, de alguien que nos sorprende en menos de lo que esperamos.

Algún día mi hipotálamo se blindará contra todo esto, mientras, me queda escribirlo.

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